Un día como hoy, en 1928, nació Tomás Gutiérrez Alea. Quien fuera considerado como el más grande cineasta cubano de todos los tiempos fue ajeno a las congratulaciones del ego, nacidas de elogios, distinciones y reconocimientos.
Autor: Lázaro Hernández Rey
El evento constituye un punto de diálogo e intercambio en el cual se analizan las dimensiones de la desigualdad, se enfatizan las cuestiones teórico-metodológicas y se promueve la concientización al respecto.
Hoy recordamos la partida, hace 60 años, de un hombre fecundo y talentoso como pocos, que elevó la música a nuevos horizontes desde la envoltura terrenal de la cubanía.
Su lectura impresiona. Imaginarse al Apóstol declamando esas palabras, conmueve. Por entonces, como ahora, las ideas sobre el destino de Cuba no eran homogéneas en la emigración. Con ese pronunciamiento Martí no solo descolló como figura para la empresa independentista, sino también como el organizador principal de esa iniciativa, organizada alrededor del Partido Revolucionario Cubano (PRC).
Nació el 24 de noviembre de 1928 en Santiago de Cuba. Desde temprana edad incursionó en el teatro y la radio, y se convirtió en un representante destacado en tierra santiaguera en esas manifestaciones. Más tarde, su trabajo atestiguaría la formación de uno de los representantes más versátiles y consistentes en el país.
La memoria de quien interpretó personajes icónicos en la cinematografía nacional y trazó lazos igual de firmes en la radio, el teatro y la televisión no dejó indiferente a sus contemporáneos.
Para conmemorar la partida a la inmortalidad de José Antonio es necesario recordar detalles de su vida y obra.
Vicente Tejera fue una de las figuras centrales en la creación del primer partido socialista cubano. Además de su apego a esas ideas, desempeñó labores como poeta, crítico literario, ensayista y periodista.