El homenaje en ocasión del centenario de la muerte de Vladimir Ilich Uliánov, cuyo nombre clandestino fue Lenin, adquiere connotaciones especiales cuando su visión genial del imperialismo está más vigente que nunca.
Autor: Ana Rosa Perdomo Sangermés
De Rubén Martínez Villena siempre habrá que hablar en presente, porque su impronta está en cada acto cotidiano de esta tierra, donde se vibra al compás de su hermosa poética.
Ana Betancourt ya era conocida desde el inicio de la gesta emancipadora; se ocupaba de la propaganda insurrecta, fungía como enlace entre la ciudad y el campo, ocultaba armas, daba albergue a los emisarios de los mambises, escribía proclamas…
Una combinación formidable de exigencia y sentido humano en el enfrentamiento de cada problema nos legó la inolvidable Celia.
No se podrá hablar del joven Mella y olvidar su papel en la continuidad del único proceso revolucionario que ha existido en Cuba, vinculando a la generación mambisa con la nueva vanguardia juvenil.
El 8 de enero de 1959 entró triunfalmente a La Habana la Caravana de la Victoria, encabezada por Fidel Castro, después de recorrer más de mil kilómetros y ser aclamada de forma calurosa a su paso por campos y ciudades, desde Santiago de Cuba hasta la capital cubana.
En el antiguo central Narcisa instaló Camilo Cienfuegos su comandancia durante el histórico combate que liberó a Yaguajay.
El ataque a Maffo, dirigida por el Comandante en Jefe Fidel Castro, comenzó en los momentos en que, en todo el país, las fuerzas rebeldes desarrollaban una violenta ofensiva para liquidar, de una vez y por todas, las fuerzas militares del régimen de oprobios.

